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La Cárcel De La Rutina

Somos eternos prisioneros del Hoy.
No importa lo que hiciste ayer.
No importa lo que pienses hacer mañana.

Importa lo que hagas hoy.

El Pasado se va a los libros de historia.
El futuro está en los libros de ciencia ficción.

Es muy fácil dejarse llevar por emociones cuando sólo tienes como referencia el día de hoy y el pasado cercano. Por esa razón creas una cárcel, sin darte cuenta, poco a poco, día con día. Creas una cárcel que atrapa tu mente, tus acciones y tus ideales.
Es una cárcel rodeada de cafés, programas de televisión, tareas sin emoción y pláticas sin conclusión.

Esa cárcel se llama: Rutina.

Tu rutina diaria puede llegar a ser el principal asesino de tus sueños, y el principal causante de que hayas logrado llegar a donde estás el día de hoy. Si quieres encontrar un culpable, ahí lo tienes.
La rutina es tan imperceptible, tan simple, tan inocente, que una vez que estás dentro de ella, quedas convencido que no hay otra forma de vivir mas que esa. La cual incluso puede llegar a ser intoxicantemente destructiva.

Pero, ¿Cuál es la causa de que caigas tan fácilmente en la cárcel de la rutina?
La respuesta es, cómo siempre, muy simple de encontrar y muy difícil de aplicar.
Estoy seguro que la habrás escuchado muchas veces. ¿Cuál es la causa de que caigas tan fácilmente en la cárcel de la rutina?
La respuesta es tener sólo metas a corto plazo.

En pocas palabras, no tienes ningún interés más allá de hacer las cosas que siempre haces. Punto final. No tienes interés en hacer nada mas. Y así pasarán los días, los meses y los años haciendo lo mismo. Dime si eso no es una cárcel.

Es la peor de todas las cárceles. Es la cárcel para tu mente.

El primer paso para salir de esa cárcel es tener el deseo de salir de ella.
No tengo tiempo, ni tu tampoco, de lidiar con personas que sólo desean ser autocomplacientes con su actual situación, buscando compasión y lástima. Hay un tiempo límite para sanar una autoestima dañada, pero cuidado con las personas que lo hacen por deporte.

Si no tienes el deseo de salir de esa cárcel, adiós. Nadie puede hacer nada para ayudarte.

Ya te había comentado que no me gustan los discursos, que defino cómo bebidas energéticas para el ánimo. Los considero como el perro que se persigue su cola. Con mucha energía, pero sin llegar a ningún lado.

Realmente, ¿Quieres salir de la cárcel de la rutina?
Vas a tener que aplicar acción, MUCHA ACCION.

Empieza por definir un objetivo a largo plazo.
Cuando hablo de largo plazo, no hablo del siguiente fin de semana, o del siguiente mes, o incluso del siguiente año, aunque es un buen inicio.
Empieza por apagar mas la televisión, y abrir un buen libro, luego otro y luego otro.
Empieza por cambiarle al canal de los programas idiotas y ponerlo en el canal de los programas que te lleven a pensar y aprender.
Empieza por dejar de escuchar la misma música estúpida.
Empieza por dejar de sentir lastima de ti y creer mas en ti mismo.
Empieza por hacer mas cosas que te apasionen y menos cosas que tengas que hacer.
Empieza por dar el primer paso, hoy.

Si tu no quieres cambiar hoy, no le eches la culpa a nadie el día de mañana.

 

Recuerda que tienes una misión: Atrévete a ser grande.

 

HASTA LA PRÓXIMA ...

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